sábado, 17 de noviembre de 2012

Castlevania: Portrait of Ruin


Mi curiosidad por la saga Castlevania comenzó hace unos años cuándo un amigo me recomendó el Circle of the Moon para GBA. Con el tiempo he jugado a los otros juegos de la portátil -aunque no he podido con el Harmony of Dissonance, ya que me parece un poco repetitivo-  y a algunos de la Game Boy.
Hace poco decidí pasarme los de la DS, y tras cansarme al poco del Dawn of Sorrow -justo acababa de completar de nuevo el Aria of Sorrow y ya estaba un poco harto de Soma- pasé al Portrait of Ruin.

Castlevania: Portrait of Ruin es una entrega algo diferente a otras de la saga, ya que controlas a dos personajes, Jonathan y Charlotte, que puedes cambiar en cualquier momento. Aunque no es un aspecto nuevo en la saga,  el juego si que innova al introducir puzles que solamente pueden ser superados al usar los dos personajes. Ésto le da bastante vida al juego, ya que tenemos que mejorar a ambos personajes, que utilizan diferentes estilos de lucha -Jonathan utilizar armas y Charlotte hechizos- y que pueden lanzar ataques conjuntos.
Medusa puede convertir en piedra lo que ve y hacer que tires tu DS contra la pared
La historia es entretenida y sus personajes interesantes. La relación de Brauner con sus hijas gemelas y la aparición de Wind nos hace preguntarnos cómo va a ir avanzando la trama. Además, el juego está ambientado durante la segunda guerra mundial, con un diseño artístico de la época que se ve en varios cuadros que visitamos.
Acabo de mencionar los cuadros, que son uno de los puntos importantes del juego. Aunque estamos en el castillo de Dracula, este espacio ocupa mucho menos que otros de la saga, compartiendo el protagonismo con  los cuadros que nos transportan a otros mundos. La idea es interesante y hace que exploremos parajes a los que no solemos estar muy acostumbrados en la saga, cómo una ciudad victoriana o pirámides egipcias. 
La banda sonora es buenísima, como viene siendo habitual en la saga. Además, suena Iron Blue Intention -uno de mis temas favoritos de Castlevania- en uno de los cuadros, por lo que ya me pude dar por satisfecho, aunque no tengamos el mítico Dance of Illusions de la lucha contra Dracula.
Cualquier oportunidad es buena para deshacernos del otro protagonista
Aunque cabe decir que no todo en el juego es perfecto. Los cuadros son una idea original y aportan variedad, pero le restan importancia y tamaño al castillo -cosa que se entiende al ser los cuadros un elemento clave del título-. También los últimos a los que accedemos son casi clones de algunos que hemos visitado antes, quitando un poco el interés de descubrir un cuadro totalmente nuevo. Además, si no se ha jugado al Castlevania: Bloodlines no comprenderemos al 100% el argumento, ya que es una especie de continuación -aunque se puede jugar perfectamente, lo único que nos llamará la atención algún detalle de la trama, algo que se puede solucionar perfectamente con una búsqueda en Google-.

En resumen, Castlevania: Portrait of Ruin es diferente a otros juegos de la saga, no solo por su argumento y personajes principales, sino también por su sistema de juego, necesitando el uso continuo de los dos protagonistas, y por sus cuadros que nos transportan a otros mundos fuera del castillo.

1 comentario:

  1. Pese a ser un muy buen juego, es el que menos me gustó de los de DS. Se me hizo corto y el sistema de cuadros me recordó -inevitablemente- al Super Mario 64. A ver cuándo sacan el de 3DS, que hay mono de Castlevania :3

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